domingo, 20 de octubre de 2013

Son necesarias estas noches en vela para poner algunas cosas en claro,
son necesarias las preguntas que me empiezo a hacer cuando oscurece,
buscando respuestas.
Me gusta sentir la lluvia y el viento golpeando a mi puerta
tal vez sea que desde afuera el clima pregunta por mi.

Ese dolor de cabeza que comienza a surgir de tanto pensar en todo y en nada a la vez,
ese sabor a desencuentro conmigo mismo que me dice que tal vez esta decisión sea la respuesta a una mas de todas esas preguntas que me aturden.

Llega la hora de salir y se acerca el momento de enfrentar otra vez un nuevo día que con esta cara me toca vivir, con estos ojos que en toda la noche no pude cerrar.
Llega la hora de aventurarse una vez mas para ver si el cielo se anima a vestirse de otro color, nuevo, que me sorprenda.

Cuando siento que todo esto tiene sentido es cuanto mas me pierdo, pero de algo estoy seguro, así lo siente mi corazón y a él no le puedo fallar siendo consciente de ello. Sólo yo puedo aprender de mis propios errores, solo yo voy a poder ver mi propia luz cuando sea el momento de hacerlo y espero que este camino sea parte de esa meta.

D.

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