Y aquella noche dejó de brillar la luna,
no por una nube pasajera,
ni por una tormenta cualquiera,
sino por mostrar que en la oscuridad
aún existe esa esperanza
de encontrar alguna luz.
Y en el cielo ya no hay estrellas
pero sí hay colores que quieren vivir una vez más,
no importa cuan lejos estamos,
importa que ambos lo veamos,
importa que ambos creamos
en que esos colores van a vivir.
D.
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