No dejé que la oscuridad de tu corazón se lleve lo poco que quedaba de mí
y no voy a permitirle al cielo que caiga lluvia de sangre sobre mi cuerpo,
este que llevo a pesar del dolor,
con el que camino sin importar cuan lastimados mis pies están.
Después de haber peleado esa batalla, creo que voy a ser más fuerte. Ahora entiendes que algo perdiste, no queríamos aceptarlo, pero ahora ya no somos dos.
Puedo ver con claridad que ese amor que juraste no fue sincero, pero yo también fui culpable y quizás lo tomé como un castigo por errores que ayer cometí. Puedo escuchar voces en la noche, que susurran ese nombre que no quiero recordar, y llorar ya no sirve de nada, ni para desahogarme, porque ya no mereces mi dolor.
Está bien, debes seguir tu camino, no rompas más alas, no destruyas un alma más por complacer tu necesidad de poder. Ese poder no existe, no agaches más la cabeza, mírame a los ojos y entiende que esto lo puedo superar.
Ya no me importa el paisaje de tus ojos, ya no encuentro regocijo al oír tu voz, ahora una distorsión corroe todas las melodías que ayer compartimos. Ahora prefiero escucharme un poco mas a mí.
D.
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